viernes, 15 de mayo de 2009

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Decidí ponerme los pantalones que le gustaban, y un sentimiento de angustia, que creía ya olvidada, pasó por mi cabeza.
Sabía que no le iba a ver ese día ni ningún otro…
Como todos los días al despertarme había conseguido que ese sentimiento desapareciera hasta la mañana siguiente aunque creo que realmente no desaparecía nunca.
Salí a la calle…todo me recuerda a él…
Caminaba hacia el lugar donde había quedado con Andrea, sentí como los ojos se me llenaban de lágrimas…era aquel lugar…pero él no estaba y seguí caminando.
Andrea era mi amiga desde hacía varios años, cuando nos conocimos creo que ninguna de las dos pensó que seríamos amigas pero el tiempo había creado una amistad entre nosotras, mucho más fuerte desde la muerte de su tía. Era una chica diferente y parecida a mí, pero me gustaba su forma de ser y su sarcasmo. Siempre me había gustado su pelo negro y ondulado.
Decidimos ir a la cafetería de Toni, no nos preguntó que queríamos y nos trajo una taza de chocolate caliente. Siempre acertaba.
Mientras entrábamos en calor Toni me dijo que tenía que hablar conmigo cuando saliera de trabajar, Toni le había visto el día anterior pasar por delante de la cafetería. Aunque intentaba disimular mi impaciencia los dos sabían que no le había olvidado.
¿Realmente le había visto? Los latidos de mi corazón dolían cada vez más, era verdad, no le había olvidado.

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